Época decembrina, época de frío, época de caos en los centros comerciales y época de cagarla en todos los propósitos que nos habíamos hecho a principios de año…
Después de darle vueltas, he sido iluminada por el santísimo señor redentor del invierno y he aquí mi reflexión: Los propósitos de año nuevo no están basados en el año anterior sino en el MES anterior, en este caso, Diciembre, y ahí te van mis razones acompañadas de los propósitos que les corresponden:
Comenzando con la comida, ¿qué afán de hacer esos banquetes tan sabrosos a los que no puedes negarte?¿Qué afán de jugar con tu fuerza de voluntad al ofrecerte esos buñuelos bañados de azúcar y el chocolate caliente que se va directo a tu panzota y caderas?, si llevabas 11 meses “cuidándote” ¿por qué Diciembre viene a darle en la madre a esa fuerza de voluntad de todo el año?Propósito en Enero: Ya le voy a bajar a la comida y voy a ir al gym.
Qué rico es echarse un ponche calientito a media posada, y pues ni modo de no seguir tomando un tequilita o un whiskyto para que se te baje el frío mientras cantas villancicos a media calle, tan siquiera para no sentir tanto la pena ajena pues, y además ni trabajas al día siguiente ¡entonces puedes crudear agusto!
Propósito de Enero: Ya no voy a tomar tanto.
Todo va de maravilla en el trabajo, eres el empleado ejemplar, ¿pero por qué te vienen a poner este año nuevo en viernes? Sólo tienes dos días para crudear y regresar de tu viaje con los amigos el domingo…pides vacaciones el lunes y te dicen que eres la décima persona en hacerlo y que obvio no te lo van a dar, entonces haces tu mega plan de de todos modos no llegar el mero lunes y decir que estás enfermísimo y tienes 40° de calentura, a ver quién te la cree. Tu reputación irá a la basura.
Propósito de Enero: Ya le voy a echar más ganas a la chamba.
¡Wow! Te pagaron tu aguinaldo y tu bono anual..¡qué emoción! Vas a poder por fin ahorrar , a menos que te hayas enganchado con la súper promoción avión-hotel para año nuevo ( que obvio no te menciona que las entradas a los antros están al triple ese día) las cooperachas para las posadas, el cris de la oficina, los regalos de la familia, la ropita nueva para la cena de navidad. Gracias aguinaldo por subsidiar mi diciembre.
Propósito de Enero: Ya voy a ahorrar.
Los regalos, si de por sí es un estrés comprar un regalo de cumpleaños porque siempre te quedas con la duda de si le gustó o no, gastaste lo suficiente o te dejaste ver codísimo. Ahora agrégale la frustración de comprar mínimo 5 obsequios distintos y claro siempre pasa que la cagas regalando una botella de vino a un alcohólico en recuperación, dulces a un diabético o un suéter talla grande cuando tu novia es talla chica y para colmo se siente herida porque tú la ves así de gorda…total acabas comprando todo tan mal, que todos te dicen “ ¡mil gracias es justo lo que quería!” pero seguramente están pensando que ojalá y hayas dejado el ticket de regalo por ahí para ir a cambiarlo ipso facto.
Propósito de Enero: La próxima Navidad hacemos cris.
Llego a la conclusión este modo, que Diciembre nos viene a cambiar todos nuestros planes de vida, y no creas que lo digo como Grinch, por el contrario, me da gusto notar que dichos planes cambian porque muy a pesar de querer ser duros y constantes, SIEMPRE vamos a ceder ante el convivio con nuestros seres queridos, ya sea gastando de más para estar con ellos, comiendo más para que tu tía Concha no se agüite porque no quisiste probar sus romeritos o aventándote un pleito con tu Jefe porque por única vez al año se te hinchó quedarte un día más en la playa con tu novio(a), ahora sí que queda el “Uno propone y Dios dispone” entonces tu dale rienda suelta, al cabo que para eso está el siguiente año, para cambiarlo todo de nuevo.
Bueno, muchas gracias por leerme, te veo el próximo viernes y me despido con una frase Anónima: “Ojalá que todos tus problemas duren tanto como tus propósitos de año nuevo”.