Hace unos semanas mi divino marido tuvo la brillante idea de invitar a más de 15 de sus amigotes a mi casa, claro, pasé por todas las etapas del duelo por las que una ama de casa debe de pasar cuando su pareja le dice de buenas a primeras que vienen los “machines”:
1) Negación : Simplemente NO, ¡Ni madres!
2) Ira: ¿A ver, cuándo carajos he invitado a todas mis amigas y tú me preparas todo? Ahora resulta que por ser la mujer me tengo que aventar el desmadre, ¿que no te acuerdas que también yo trabajo?
3) Negociación: Y para colmo ¿seguramente quieres que yo consiga todo verdad?, nel, yo organizo la comida, tú te encargas del vino, de las sillas, mesas y aparte me das para pagarle doble a Beatriz (mi Santa Patrona de la Servidumbre que siempre viene a mi rescate a pelar, cortar, coser y lavar); que se va a quedar todo el día….¡y si quieeeeeeres!
4) Depresión : -Que pinchi mala esposa soy, mi marido tan lindo que siempre me aguanta, me lleva al cine a ver películas cursis, me compra mis frapuccinos de caramelo cuando estoy chipi ( con extra caramelo), le hace la barba a mi mamá y me hace piojito cuando no me puedo dormir…¿y yo? Una mal agradecida que no le puedo hacer una comidita para sus 15 amiguitos, que ni me caen tan mal.-
5) Aceptación: ¡Ta bien pues, pero a la próxima avísame con más tiempo no manches!... Yo también te amo.
¿Entonces ahora qué procede? ¿Cómo alimento a 15 salvajes?, marco a mi 911 gastronómico: - ¡Máma! ¡AYUDAAA!- -Hay Hija, facilito, unas salchichas alemanas al grill con col agria y cebollas caramelizas acompañas de puré de papá horneado en su cáscara- ¿Qué carajos? ¿Cómo lo hace? ¿Cómo no se complica la vida y me da una idea culinaria en 5 segundos?..done.
To be continued....
