Buscando trabajo.

Si ya decidiste salirte de casa de tus papás, es porque seguramente ya tienes una buena chamba que te deje para mantenerte solo y pagar todo tipo de cuentas como luz, agua, teléfono, cable, internet, renta, mantenimiento y comidas. Si todavía no tienes la chamba pues ¡a buscarle!

Si hay algo que a mí me pesa de buscar trabajo, es el estrés y la frustración de hacerlo, el enviar tu currículum a 30 lugares y quedarte con la duda de que si les llegó, si no lo pudieron abrir

por el archivo en el que lo mandaste y, seguramente ya se lo pasaron de largo, entonces ahí estás como baboso hablando a cada uno de los 30 lugares para preguntarles si ya lo vieron, todos te dicen “sí claro, estamos en contacto”….estamos en contacto mis… ¡Nunca te hablan! Y esa sensación de rechazado apestado se queda un buen rato.

Ya cuando por fin alguien se decide a marcarte, automáticamente te ponen en una posición de perrito golpeado y sumiso y dejas que te den la hora más pitera para atravesar la ciudad e ir a que te entrevisten por 15 minutos, pero bueno, ellos tienen el sartén por el mango y tu quieres el trabajo. Ya llegó la hora de escoger el atuendo y han pasado meses desde la última vez que usaste tu traje sastre que descuelgas y tiene la marca del gancho a medio pantalón y las hombreras del saco están llenas de polvo, bueno, le das su manita de gato, ahora, camisa de vestir, ¡carajo! está naranjita de la parte del cuello por haberla dejado colgada tanto tiempo en un gancho de metal oxidado …y para acabarla de amolar, o tu corbata chida tiene una marca de salsa de la última boda a la que fuiste o tus tacones están todos pisoteados y mal boleados.

Bueno, ha pasado el coraje de la vestimenta… ahora acuérdate de todas las patrañas que pusiste en tu currículum porque te las van a preguntar, y esa fecha en la que mentiste y según tu fueron 3 años los que estuviste de empleado en una súper empresa, mejor pon la verdad, pon que fue 1 y medio, y que te corrieron por tomarte dos horas diarias para irte a comer a los mariscos, porque las mentiras son del diablo y más porque le van a hablar a tu ex jefe y él te va a desenmascarar.

¡Qué tensión el camino a la entrevista!...sentir que vas tarde cuando llevas tiempo de sobra, ir sudando aunque tengas el aire acondicionado súper direccionado a tus axilas, pensar en todo tipo de respuestas a preguntas como “dime tus 3 fortalezas y tus 3 áreas de oportunidad” y ¿qué fregados vas a dibujar cuando te pidan hacer una figura humana en una hoja en blanco?…ya estuvo que se dieron cuenta que tienes problemas con la autoridad y odias trabajar en equipo.

Ya llegó la hora de entrar al lugar, te recibe la persona de Recursos Humanos (que por cierto está vestida con una ropa bien gachita, entonces para qué carajos le echaste tantas ganas a ponerte tacón si esta doña está arrastrando el pantalón y trae la suela del zapato rota), pero bueno, punto a su favor porque ella sí trabaja en la empresa y tú no; Te saluda de mano, le embarras todo el sudor que aunque intentaste limpiártelo en el saco, volvió a salir por arte de magia (tipo cuando vamos a dar la paz en misa), entonces ya estás pensando que la vieja se dio cuenta de lo nervioso que estás y seguramente lo va a apuntar en su libretita de los taches y palomitas. Llegas a la sala de cuestionamientos y tú te mueres de sed pero te da pena pedir un vaso de agua porque no vayan a pensar que eres una persona insegura e irrespetuosa por andar pidiendo lo que no te ofrecen, total que te quedas sediento, sudoroso y nervioso…Empiezan las preguntas capciosas de esas de ¿Qué sabes de nuestra empresa? (Uta madreee!! Sabía que lo tenía que checar en internet antes de venir!)..no pos no sé nada. “Y por qué quieres entrar a trabajar justamente aquí?”…¡Chijos!, ¡pos la neta quiero entrar a donde me acepten porque me urge la lana cáon!

Vienen las preguntas acerca de tu experiencia…¿para qué carajos preguntan si todo está ahí?, pero bueno, tenemos que darle valor a los 15 minutos.

Termina la platiquita y te pasan con otra persona que te corta la arrogancia en dos, voltea la hoja de tu currículum, se te queda viendo a los ojos y dice “ Could you please tell me what you would do if a customer comes to you with a support problem?...HAY MAMACHITA!!!, conserva la calma, acuérdate que también sabes hablar inglés, PIENSA antes de HABLAR y comienza mientras sientes la gota de sudor correr adelantito de tus orejas.

Termina la entrevista, se despiden de ti y automáticamente sientes ganas de preguntar “¿Cómo me fue?” ¡Eso no se pregunta!..tienes que regresar al martirio de esperar una llamada para que te inviten a la siguiente entrevista o si bien te va, para que te den las gracias por participar.

Pero, pues si ya estás en el rollo de esto de buscar trabajo no seas tan amargado como yo, encuéntrale el lado amable, usa todas esas preguntas que te hacen para conocerte mejor, para que te valores y creas en ti,  para que estudies lo que necesitas saber, y de esta manera tu también poderte poner los moños a la hora de negociar. Y si de plano no te late esto de andar rogando para que te empleen porque tu eres bien fregón y podrías tener mucho más empleados que esta empresa jodida si te lo propusieras, pues propóntelo y deja de ladrar! ( como mis amigos de Perro Baila Mambo que abre sus puertas hoy), y comienza a morder, porque si de verdad eres de esas personas con empuje como para tener su propio negocio , pues no te hagas guey con ese don tan grande que se te ha dado, úsalo y danos trabajo a todos los demás!

Tengo muchos amigos en RH y he recopilado varias recomendaciones que les paso en el siguiente escrito durante el día de hoy.


Yo por mientras me despido, te agradezco por leerme, espero verte la próxima semana y te dejo con una frase de Truman Capote "Todas las personas tienen la disposición de trabajar creativamente. Lo que sucede es que la mayoría jamás lo nota"