-ISABEEEEEEEL a COMEEEEEEER!!!-
Este cántico (grito) era la señal de que ya estaba lista la comida en mi casa, este llamado se repetía unas 3 veces en un periodo de 5 minutos! Recuerdo que me chillaban los oídos cada que lo escuchaba, no sé porque mi mamá pensaba que a la primera iba a aparecer sentada en mi silla para empezar a comer,¡como si me pudiera teletransportar!
Ya ahorita que estoy en mi propia casa y he soltado las ataduras de mis padres me pongo a pensar en lo chido que eran esas frases que SIEMPRE escuché a través de mi infancia, ¡no cambian! Sólo el contexto, y que chistoso es verme ahora haciendo lo mismo con los niños.
Muchas de esas frases eran de tus tías, hermanos, y hasta tú decías una que otra, en fin, hay infinidad de enunciados que han formado parte de nuestras vidas y nos damos cuenta que existen solo hasta que dejamos de escucharlos, o en el peor de los casos, comenzamos a decirlos sin darnos cuenta.
.
A quién nunca le dijeron el típico:
-No te levantas si no te acabas la sopa-
Cómo querían que injiriéras semejante potaje verde, que era más bien un puré de brócoli, y aunque te trataran de engañar con eso de…
- “¡MMM que ricos arbolitos!” –
¡Guacatelas con tus arbolitos mamá!! Mejor hazme una carnita con pedacitos de la plastilina que me paso probando en la primaria, la saladita…¡esa!..Play- Doh!.
Tampoco puede faltar una ex vecina de tus papás que te dejaba de ver por años porque se cambió de casa y cuando la volvías a encontrar en alguna plaza …venía la conversación obligada entre tu mamá y ella:
– Y este es Carlitos,el más chiquito- Y la vecina contestaba – ¡Noooooo! ¿Tu eres Carlitos, el que me llegaba aquíiii?, ¡yo te conocí en pañales!-
Pues si vecina, crecí, me desarrollé, mi cara está más grasosa que una barra de mantequilla y tengo pelos donde no te quiero contar…¡deja de verme!... e imitando la manera en que hablaba cuando jugaba con tus hijos, no vas a arreglar nada.
Yo soy la más chica de mi casa, por ello, siempre recuerdo la frase semanal de mi hermana, sobre todo acercándose el viernes:
– ¿Por qué tiene que venir conmigo maaaa? ¡Si no voy a hacer nada!.
Lo que mis papás no sabían es que aunque me usaran para evitar que su novio, (ahora mi cuñado) se la besuqueara, ellos encontraron la manera de chantajearme de por vida sólo por haberme echado un pun mientras checaban, y debido a que yo era una niña muy vanidosa, ese fue mi acabose y ya nunca más los pude acusar de nada, eso no me latió.
-¡No le pegues a tu hermano!- Solamente porque el chilletas gritoneaba cada vez que lo tacabas, tus papás asumían que ya lo habías maltratado, pero que bien te desquitabas cuando SI le dabas sus buenos, valía por todas las que se hacía la víctima.
¡Pero las frases entre hermanos también eran divertidísimas! ( más porque cuando las decíamos eran muy en serio!)
· Mamáaaa, dile a Juanito (el cual estaba a tu lado) que deje de molestarme.
· Córtalas, ya no eres mi hermanita.
· Yo uno más que tu.
· ¡Es que él empezó!
· ¡Pido adelante!
· ¡Es que me vas a acusar con mi papá y me va a pegar horribleeee
¿Qué tal la friega de pedir un permiso? Ponte que solo era para ir al parque:
-Dile a tu papá-
Atraviesas la casa, vas con tu papá y te dice:
-Dile a tu mamá-
¡Qué poca! ¡Uno de los dos dígame! Ya me perdí la primer parte del resorte! Voy a llegar justo a tiempo para hacerle reta a la Susi porque se la pasa de talachuda…y todavía mi papá osaba decirme
– Lo que diga mi dedo-
Y ahí estamos mis hermanos y yo esperando a que EL dedo tomara la decisión.
Las mejores frases para mi, eran durante las vacaciones en la playa donde lo único que querías era pasar horas en la alberca hasta que se te hicieran las manos de viejito y te hubieras hecho pipi mínimo 2 veces ( claro, dentro de ella), subes a comer todavía empapado, tu mamá te envuelve en una toalla para que no mojes la silla, terminas de comer, estás a punto de regresar a la diversión y tu papá te dice
– ¡No puedes nadar hasta que te haga la digestión!-
¿Quién es esa caraja digestión y que me quiere hacer? ¡Yo no le hice nada!.... Pero claro todo era un truco de tu progenitor que estaba cansadísimo de tomar tanta cerveza y ni a madrazos se volvía a bajar a la alberca sin haberse echado un coyotito…y obvio la digestión ya estaba más que hecha cuando salía de su cuarto con la almohada marcadísima, ya casi se iba el sol y seguramente ya iban a empezar a atascar la alberca de cloro y lo único que te quedaba eran las escondidas por todo el complejo hotelero. Llegaba la hora de dormir y venía el sermón..
- ¿Ya te bañaste, te lavaste las dos colas?
- ¿Te cepillaste los dientes?
- ¿Colgaste tu traje en el balcón?
- ¿Le diste beso a tu papá/ mamá/abuelita/tía Chonita?
Todas las preguntas seguidas sin darte opción de contestar una por una…entonces tu sólo contestabas –Siii-
¿Cuántas cosas que te reventaban de niño no? Pero la neta si nunca las hubieras tenido no serias quien eres, no tolerarías tanto a las personas, no querrías de la misma manera o no las llegarías a soportar con tus propios hijos.
¡Ya me aventé un escrito completo sin dar un solo tip!, pero bueno, creo que la recomendación del día de hoy es que recuerdes esos tiempos siempre que puedas, que te revivan, que te hagan sonreír y pensar en lo chida que es la infancia, lo mucho que aprendes y las divertidas que te ponías!…porque recordar es vivir.
¿Tú tienes alguna frase de la infancia para compartir? ¡Echala!
¿Tú tienes alguna frase de la infancia para compartir? ¡Echala!
Bueno, muchas gracias por leerme, espero verte la próxima semana y me despido con una frase de Juan Kraeppellin: “Ke ké soy? Soy el tiempo que me keda. Eso es lo que soy.”
Pd.¡Ya vienen las recetas! pero necesito más seguidores para poder ir buscar a restauranteros y convencerlos de que nos las compartan... ( ¡las recetas!)
Pd.¡Ya vienen las recetas! pero necesito más seguidores para poder ir buscar a restauranteros y convencerlos de que nos las compartan... ( ¡las recetas!)
5 comentarios:
Confieso que disfruto de la siempre puntual entrega semanal de la sra. f de s
Isabelita y falta que publiques mis gritos cuando tú y Alvaro hacían experimentos maravillosos con mis pinturas y mis perfumes. saludos
jajajaa, que buena entrada! Como bien mencionas, recordar es vivir y vivir es sonreir... Te comparto una frase que en mi opinion es lo que logras tu blog...
"Influir sobre una persona es transmitirle nuestra propia alma." Oscar Wilde
Te leere la proxima semana.
Mi frase de infancia: Solo las niñas lloran! Aguantate!
!"#$""#$%# siendo apenas un mocoso... pero es chido recordar esos tiempos
Jajaja Isa que proyectada le diste a tu mamá con eso de lavate las dos colas..... jaja esa nunca la había oído!!!
Publicar un comentario